maio 21, 2012

"Una radiografía del 15M hecha por sus protagonistas", por Ingrid de la Torre

PICICA: "Hablar del 15M es hablar de ciudadanía participativa en las redes y en las calles. Su génesis proviene de las redes toma las calles y regresa a la red. El papel de Internet ha sido y es fundamental. A través de la Red fluyen diversos componentes inmateriales de la productividad social. Gracias a su carácter abierto permite el acceso de forma directa. Por eso los intentos de control estatal de la Red, como la llamada ley Sinde, que intenta ser un mecanismo de mordaza, ha levantado gran polvareda entre los internautas. Lo mismo ocurrió en Estados Unidos con la ley SOPA."

Una radiografía del 15M hecha por sus protagonistas

 Su carácter espontáneo ha quedado atrás. En su seno se dan profundos debates sobre la salida frente al derrumbe. Plantean desde asistencia social hasta el control público de los bancos.


Ingrid de la Torre
Desde Barcelona
 Existe un cuestionamiento al movimiento 15M y su futuro. Hay quienes opinan que se trata de un movimiento de protesta carente de propuestas socioeconómicas claras. Es necesario explicar, entonces, qué tipo de movimiento es el 15M definido por su propia dinámica de origen y funcionamiento y clarificar cuáles son algunas de las propuestas que se reivindicarán en las calles españolas de cara a las próximas convocatorias del 12 y 15M.
Hablar del 15M es hablar de ciudadanía participativa en las redes y en las calles. Su génesis proviene de las redes toma las calles y regresa a la red. El papel de Internet ha sido y es fundamental. A través de la Red fluyen diversos componentes inmateriales de la productividad social. Gracias a su carácter abierto permite el acceso de forma directa. Por eso los intentos de control estatal de la Red, como la llamada ley Sinde, que intenta ser un mecanismo de mordaza, ha levantado gran polvareda entre los internautas. Lo mismo ocurrió en Estados Unidos con la ley SOPA.
Para profundizar sobre el asunto, Tiempo Argentino entrevistó a miembros del movimiento en Barcelona. Aitor Tinoco, de la Universidad Nómada, explica el devenir del instrumento tecno-político de la Red: “Los datos que circulan no sólo comunican información sino también afectos y sensaciones. La gestación de un entramado de redes neuronales, sociales y digitales que movilizan los cuerpos y las mentes, en determinadas circunstancias, hacen posible que se creen estados de ánimos colectivos y que se trasmitan rápidamente. La producción de una subjetividad fractal tecnologizada emerge frente a emporios y monopolios industriales de la comunicación, de la cultura o de la política, anclados en formas que ya no se corresponden con la socialización de una parte de la población. El sistema-red 15M se ha insertado dentro de una mutación de la subjetividad colectiva, de una politización del devenir cyborg de la sociedad, de una socialización en un ambiente cada vez más tecnológico que ataca a los intermediarios. Generan la nueva economía del capitalismo cognitivo. Al mismo tiempo pueden presentarse bajo la forma de auto organización, innovación y autonomía de la cooperación. El movimiento 15M no es un movimiento social. Es un movimiento ciudadano. No se basa en la movilización en torno a problemáticas sociales concretas, sino que se moviliza por la indignación ante la presente coyuntura, la transversalidad de las reivindicaciones y el deseo de re apropiarse de su futuro.”
El efecto multiplicador de la red se cristalizó en la potencia de la movilización callejera de más de 1000 ciudades en el mundo el pasado 15 de octubre. Millones de personas confluyeron en una histórica manifestación global. De hecho, la Argentina también alberga nodos de este movimiento y varias ciudades se movilizaron en la República; el grito de rebeldía contra la injusticia llegó hasta los confines de Jujuy para revertir luego en las calles de Buenos Aires.
Pero, ¿qué hay de las reivindicaciones sociales de este movimiento y cuáles son las propuestas que el consenso ha ido elaborando? Javier Toret, activista que ostenta uno de los perfiles más influyentes de Twi-tter y miembro de Democracia Real Ya, movimiento que ha impulsado el llamado “15M Toma la calle”.
“Como punto de partida se reivindicaron ocho cuestiones claves: la eliminación de los privilegios de la clase política; medidas concretas contra el desempleo; derecho a la vivienda; servicios públicos de calidad, el control de las entidades bancarias, medidas de control fiscal, libertades ciudadanas y democracia participativa y, por último, reducción del gasto militar.” 
De estos puntos se desprenden cinco subpuntos, que son medidas concretas y aplicables que la ciudadanía reclama y que pueden consultarse en el documento transversal de la Web de DRY (www.democraciarealya.es). 
“Si bien los puntos se prepararon muy rápido recogen el trabajo de diversas agrupaciones ciudadanas, son reivindicaciones de corte reformista pero han marcado la agenda de discusiones políticas públicas. Los ciudadanos y ciudadanas no nos sentimos representados en las decisiones que se están tomando y nos afectan directamente. Llegar a un consenso en cuanto a los ejes de reivindicación ha sido una tarea muy difícil. Por eso, el documento permanece abierto a modificaciones. Se trata de la elaboración de un gran programa de lucha con las aportaciones de diferentes sectores ciudadanos en un contexto de expolio de la riqueza colectiva a escala global. A un año del 15M surgen nuevas reinvindicaciones. Actualmente se trabaja sobre la base de un documento que plantea la realización de un ’plan de rescate ciudadano’ que prevé una moratoria del pago de la deuda hasta que se constituya una auditoria ciudadana, que permita depurar las responsabilidades de los agentes económicos y cargos políticos. Otro de los temas es la negativa a la privatización encubierta que se pretende introducir en los sectores de sanidad y educación, por esto se exige la retirada de los recortes. En cuanto a la vivienda, la inmensa problemática social que están causando los desahucios, requiere la dación en pago retroactiva de la deuda hipotecaria y la creación de un parque público de vivienda de alquiler social. Otro eje es el de la renta básica como forma de garantizar el derecho a la vida de las personas. Un punto clave es la retirada de la reforma laboral, que deja a cero los derechos de los trabajadores. También se reclama el control público de los bancos rescatados, así como una reforma fiscal que permita distribuir de forma justa la riqueza que producimos entre todas. Esta generación necesita una nueva constitución, hecha por el 99% y para el 99%. Ejercer un poder constituyente, como ha sido el caso de Islandia que la participación ciudadana llevó a crear una wiki-constitución, procesó a sus banqueros y dejó muy claro a los políticos de quién es el poder en democracia.”
Los próximos 12 y 15M está convocada una huelga global que toma distintos nombres como la campaña “huelga del 99%”, una iniciativa anónima que surge de la red y que no está ligada a los sindicatos tradicionales ni sólo al trabajo en concreto, sino a las condiciones de vida del nuevo precariado europeo. En esta última huelga general del 29M se invitaba a la reapropiación de la misma y a la participación activa bloqueando el consumo.
El resultado en las calles fue de un altísimo seguimiento y de una brutal represión por parte de las fuerzas de seguridad, que no dudaron en cargar con gases lacrimógenos y pelotas de goma contra ancianos en silla de ruedas, personas indefensas y hasta contra miembros del propio cuerpo nacional de bomberos cuando intentaban hacer un cordón de protección delante de los ciudadanos. En las calles españolas se respiró temor, pero sobre todo, muchísima alegría y dignidad.
Si hay algo que el germen del 15M ha despertado en la sociedad española es aquella memoria adormecida de la transición. Los actuales responsables de la crisis son nietos e hijos de los verdugos de la democracia de ayer y los temas de discusión de entonces, siguen en plena vigencia, ahora como en la década de los treinta. Pero hay una diferencia significativa, hoy la sociedad está movilizada y perdiendo el miedo a expresarse y organizarse. El bipartidismo ya no convence como tampoco la obediencia a los dictámenes de la UE que recortan la vida de las personas en todas sus dimensiones posibles. Será dictadura financiera o democracia real. 
La respuesta del PP ha sido el lanzamiento de una reforma legislativa que convertirá a todo disconforme en terrorista. Un derecho básico como el de manifestación está en vilo. 
En estas circunstancias se hace patente la necesidad de construir mecanismos de participación política ciudadana para no ser “mercancía en manos de políticos y banqueros”.

Fonte: Tiempo Argentino

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